Número 6 / Agosto 2003

Distintas experiencias en RAD, distintos escenarios

editorial

El presente número tuvo su origen en el entusiasmo y la curiosidad que nos provocó la IV Conferencia del Foro Mundial de Mediación, realizada en Buenos Aires en el mes de mayo de este año.
Allí tuvimos oportunidad de conocer y escuchar muy distintas experiencias, de muy variados países del mundo. Resultó muy atractiva la posibilidad de acercarnos a contextos sociales y geográficos lejanos y conocer conflictos y programas no menos distantes.
Los programas que publicamos en este número son sólo algunos de los presentados en ese foro académico.
La primer característica común entre ellos es que no están vinculados con la justicia – tomado este término en el sentido de sistema de administración gestionado por el Estado – y que cada uno de ellos incluye a la resolución de conflictos en distinta medida. Resaltamos la expresión resolución de conflictos y no mediación, porque se trata de diferentes aplicaciones del concepto genérico de los métodos RAD y sus técnicas, aunque no del dispositivo particular de la mediación.
Queremos compartir con nuestros lectores la emoción de acercarnos a otras tierras, otras sociedades y asomarnos a novedosas concepciones y experiencias.
Nueva Zelandia, Sri Lanka, Alemania, Eslovaquia y Argentina son los países –con un amplio grado de dispersión, por cierto- en los que se han implementado los programas que hoy presentamos. Los objetivos de estos programas son, también, muy diferentes entre sí: desarmar prejuicios interétnicos, colaborar con la pacificación y el desarrollo humanos en sociedades que han atravesado situaciones de conflicto, combatir y prevenir la violencia en los espectáculos futbolísticos, operar en una crisis institucional de un proyecto de salud comunitario, son algunos de los que podemos enunciar en forma más genérica.
Una segunda característica común de estas experiencias, no menos importante, es que todas estas experiencias trabajan en el sentido de desarrollar y ejercitar la democracia, apostando a construir sociedades más participativas y tolerantes.
Nuevamente agradecemos a quienes generosamente nos han ayudado con las traducciones: Diana Vera, Viviana Gómez y Elena Cohen Imach.