la práctica

Paralelas

Cecilia Figueira, Patricia Veracierto

Juana y Fernando son novios. Fernando trabaja como custodio en un boliche. Juana tiene un empleo en un hospital. Deciden vivir juntos.
Juana procura los recursos para afrontar los gastos del alquiler. Discuten, pelean fuerte, cada vez peor… Esperan un bebe… Sigue la violencia… Se separan.
Nace Sebi. Fernando no está.

Clarisa y Jorge son novios. Son adolescentes. Pasan unos años y la noticia de un embarazo los enfrenta. Clarisa quiere al bebé, Jorge no. Se separan.
Nace Micaela. Jorge no está.

Ocho meses después del nacimiento de Sebastián, Juana viene a Mediación solicitándole alimentos a Fernando.

Jorge, un año después del nacimiento de Micaela le pide a Clarisa verla.

PRIMERAS REUNIONES
Juana llega con Sebastián, recuerda el pasado de violencia, los momentos difíciles que tuvo que afrontar sola.
Fernando, tenso, tratando de mantener el control, cuenta que las cosas entre ellos no funcionaron, que Juana también era violenta y que la historia entre ellos terminó, pero que quería pasarle dinero y ver a su hijo.
Acordaron un contacto, padre-hijo, provisorio hasta la próxima audiencia y una cuota de alimentos.

Jorge viene a la mediación en compañía de su padre. Clarisa está con una nueva pareja y embarazada, pide mantener una reunión en un bar con Jorge, en privado, y luego de eso, no tenía problema en volver a otra audiencia.
Jorge dijo además, que quería pasarle alimentos para Micaela. Clarisa dijo que eso era algo en lo que no había pensado, en tal caso, para la próxima reunión traería algún cálculo, restándole importancia al tema.

SEGUNDAS AUDIENCIAS
Fernando cumplió con el pago de la cuota por alimentos acordada, reclamó por la impuntualidad de Juana en llegar con el bebe los días de visitas.
Mencionó que él faltó un solo fin de semana porque se había casado.
Juana estaba cada vez mas enojada, interrumpía, se defendía, atacaba, dejó de pensar.
Se terminó.

Clarisa y Jorge (quien llegó nuevamente con su papá) se habían reunido y charlado en privado.
Fue difícil consensuar un régimen de visitas, pero se logró, pensando en el próximo parto de Clarisa y las posibilidades de Jorge , y se acordó una audiencia evaluativa en un tiempo prudencial.
Luego llegó el momento de hablar de alimentos.
Jorge gana $ 800, ella le pide $ 600.
Todo escala.
Se amenazan con juicios cruzados, la abogada de Clarisa apoya y considera inmodificable el pedido y condicionan las visitas al pago de esos alimentos que Jorge dice no poder pagar. Se alzan las voces, interviene el padre de Jorge, insultos.
Se terminó.

Demás está decir que se trabajó mucho en privadas con las partes y los abogados, y en conjuntas, utilizando todas las técnicas y herramientas que se consideraron adecuadas en función de la tirantez de ambas relaciones.
De ellas surgieron los verdaderos y actuales intereses y necesidades de las partes y se evaluaron las alternativas posibles fuera del campo de la mediación:
Juana expresó con toda claridad , “Quiero que Fernando desaparezca, repetía, puede ser un error, pero quiero que desaparezca, si es necesario que el vea a mi hijo para que me pase alimentos, prefiero seguir arreglándome sola y que no me pase nada”
Fernando, decía, “yo trato de cuidarlo, pero ella no confía en lo que yo hago y quiere manejarme”; cumplió con el pago de alimentos, y se dedicó a su nueva familia, su esposa está esperando un bebe.

Jorge hizo el intento de acercarse, expresó su intención de ver a Micaela y pasar alimentos dentro de sus posibilidades.
Clarisa quería que su situación no se alterara. Micaela estaba acostumbrada a su nueva pareja, tendría ahora un hermanito, y “no necesitaba su dinero”. Acordar el régimen de visitas le complicaba la vida y ya la tenía, a su modo, solucionada por el momento. Además estaba convencida de la falta de interés de Jorge, de su inconstancia y de que actuaba por las presiones de su padre. “Todo es muy fácil para él, en su momento desapareció y ahora aparece y ya está?. Si de veras está interesado, que haga algún esfuerzo, no vamos a hacérsela fácil, que inicie juicio y lo luche si realmente le interesa. Que demuestre que es responsable y que se comprometa”.

Como en tantos otros casos, en este paralelo de vidas, si bien no se llegó a un acuerdo final, algunas de las partes lograron el cumplimiento de sus propias expectativas y necesidades, las que quedaron claras. Asimismo establecieron que su mejor alternativa era no acordar... y que el tiempo pase.... Pese al trabajo realizado no se pudo encontrar en los menores, ambos bebes, los intereses comunes que permiten normalmente en estos casos encontrar el terreno para reflexionar y lograr avances -Modelo de Harvard-. Hoy primaron sus enojos, sus emociones y sus necesidades.
Se intentó construir una nueva historia. Se trató de “apuntar mas alto” -como dirían Baruch Bush y Folger - se trabajó para que las partes tomen decisiones claras y conscientes, y para que se llevaran de la mediación reflexiones posibles que pudieran incluir a “aquellos pequeños ausentes”.
Ambos casos fueron observados y mediados respectivamente por las autoras. La utilización del dispositivo de la observación y reflexión posterior de dos mediaciones casi simultáneas y que mostraban semejanzas, permitió el análisis de la acción hacia una mejor construcción y revisión del rol mediador.
¿Que faltó? Nos preguntamos. En ambos casos habían acordado provisoriamente y después....la explosión. Los enojos del pasado parecieron no poder con el presente.
Volvimos a comprobar que el tiempo en la evolución del conflicto es una variable que el mediador debe entender y respetar. La neutralidad como cuestionamiento permanente, resultará entonces de un trabajo sobre la comprensión de aquellos tiempos y las particulares visiones de las personas.
Haber pensado en y por “aquellos pequeños ausentes” en el contexto de la mediación familiar, afecta nuestra neutralidad?? Creemos que no, pero a reflexión queda abierta.
El seguimiento realizado sobre los casos nos permitió conocer que se acaba de acordar, luego de buen tiempo de litigio, un régimen de visitas en el caso de Clarisa y Jorge.
Juana inició acción judicial por alimentos con nuevo abogado, aún no consiguió la cuota alimentaria.. Fernando no volvió a ver a su hijo. Juana a raíz de una necesidad de medicamentos se contactó con Fernando hace unas semanas para pedirle dinero. El papá pidió ver a su hijo. Fijaron un encuentro accediendo Juana por consejo de su abogada.
El tiempo dirá si las Paralelas entre las vidas, las teorías y los resultados de las intervenciones se juntan, no en el infinito, sino en el tiempo más breve posible, por el bien de todas estas familias, en las que nos metemos por un ratito.