La resolución de conflictos en el aula

Barbara Porro

Paidós Educador.

El presente libro constituye un manual para docentes que quieran aprender a aplicar un programa de resolución de conflictos con sus alumnos de nivel primario. El valor central del libro radica en la descripción pormenorizada y cronológica de las actividades y contenidos necesarios a trasmitir a los niños para "hablar hasta entenderse". Tal, el nombre del programa. Asimismo, el manual va indicando una cierta progresión desde que el rol del conciliador entre los niños es ejercido por el docente hasta una cierta autonomía entre los alumnos, donde estos ofician de facilitadores entre los mismos compañeros. También se puede apreciar la utilización de la estructura del método "hablar hasta entenderse" para abordar un conflicto que ella mantiene con un alumno. El maestro, en ese caso, desempeña los dos roles simultáneamente: facilitador y participante. El sustento a esta práctica es "Haz lo que yo digo y haz lo que yo hago". Y se presenta la técnica de las reuniones de clase, en la que el proceso de "hablar hasta entenderse" se hace frente al grupo aúlico, dado que es una ocasión de observar y aprender el método.
La autora, quien es la creadora del mismo, utiliza ejercicios y propuestas pedagógicas también empleadas en otros programas similares. No obstante, es interesante el hecho de que la autora lo haya aplicado en numerosas oportunidades, de modo que su experiencia en la implementación le permite anticipar dificultades que pueden tener los docentes que lo apliquen. Esta anticipación es de un gran valor.
Asimismo, la autora se ocupa de situaciones conflictivas que se plantean con niños que tienen dificultades para relacionarse socialmente, y de distintas estrategias según la capacidad de los alumnos de para resolver problemas. Se expone una clasificación de conflictos según la gravedad de los mismos.
Se presentan cuadros comparativos entre el modo habitual de interpretar, vivenciar y abordar actitudinalmente los conflictos y la nueva forma propuesta por la resolución constructiva de conflictos. Estas comparaciones corresponden tanto a la perspectiva del niño como la del maestro y los valores y creencias propias del imaginario escolar, y son una buena forma mostrar la transformación cultural que este tipo de programa promueve.
Cabe destacar que el texto carece de referencias a la cultura institucional ni a la escuela como contexto en que significan los conflictos que se abordan por este método.
La experiencia de Barbara Porro en la implementación de este método y su trayectoria docente le permiten describir una serie de obstáculos o resistencias habituales de los docentes para poner en funcionamiento un proyecto de este tipo, y al mismo tiempo exponer una serie de beneficios que justifican el esfuerzo de intentar nuevas respuestas en materia de conflictos en la escuela.